Ocurrió en marzo 2006, y ahora en 2010 la "fiesta" mafiosa continua. Pero claro, de esto no se habla porque el nazionalismo los encubre

CORRUPCIÓN en Catalunya (copia cada enlace y pégalo sobre la barra de direcciones y a disfrutar):

http://www.youtube.com/watch?v=wTamUbd1dkg
http://www.youtube.com/watch?v=xY9t56FtjHw&NR=1
http://www.youtube.com/watch#!v=IQ-aIGKNeng&feature=channel

ERC envió cartas a trabajadores exigiéndoles el pago de dinero (la mafia a la catalana: som y serem)

Un nuevo escándalo político ha sacudido, de nuevo, la agitada política catalana, por la publicación de unas cartas que fueron enviadas en Enero por ERC. Las cartas, firmadas por la consejera de administración de Esquerra, instaban a empleados de la Generalitat de los departamentos que controla ERC, a inscribirse como simpatizantes del partido, y a pagar una cuota si querían conservar su trabajo. Las misivas fueron enviadas por el secretario general de los republicanos y secretario general del primer consejero de la Generalitat, Xavier Vendrell, quien ha justificado sus acciones como diciendo que era “la única forma de que el partido pueda ponerse en contacto con estas personas sin vulnerar la ley de protección de datos”.

Los socios de Esquerra en el gobierno han exigido explicaciones inmediatas. Si el secretario general del PSC, José Montilla, se mostraba algo más cauto al restringir el escándalo al ámbito interno de ERC para que no salpique a la Generalitat, el presidente de ICV, Joan Saura, cuestionaba la continuidad de Vendrell en el gobierno. “No se puede estar en el gobierno y firmar una carta en estos términos. No sé si hay alguna incompatibilidad, pero no me parece correcto”, señaló Saura, quien añadió sentirse “muy preocupado” por el asunto. El presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, calificó de “escándalo” lo sucedido, y CiU planteó la posibilidad de abrir un expediente para averiguar el número de afectados por las cartas.

El primer consejero del gobierno catalán, Josep Bargalló, perteneciente a ERC, ha asegurado que la publicación de estas cartas obedece a un intento de presionar al partido para que termine apoyando el nuevo estatuto. “Si alguien cree que acosando y calumniando a ERC la atemorizará y que Esquerra, desde el temor, cambiará sus posturas, se equivoca”, sentenció Bargalló. El republicano quiso desmarcarse del asunto al afirmar que no pertenece a los órganos del partido que envió las cartas, aunque defendió que ningún empleado había sido despedido a consecuencia del impago de las cuotas. Por último, el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, salió en defensa de sus correligionarios al asegurar que estaba “muy orgulloso de un partido que no se nutre de operaciones urbanísticas sino del esfuerzo de nuestra gente”.

Una de las cartas enviadas explicaba que el registrarse como simpatizante “no obliga a ninguna vinculación orgánica con Esquerra pero es la única manera por la cual podemos introducir tus datos en la base de datos de ERC sin incumplir la ley de protección de datos”. Así, los empleados quedarían dados de alta como “cargos designados por ERC”.

Ocurrió en marzo de 2006, pero nada cambia.